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martes, 1 de diciembre de 2015
RELACIÓN ENTRE ESTÉTICA Y MÚSICA EN PLATÓN Y ARISTÓTELES
Por: Andrés Ricardo Díaz Abril
Referencias
¿Es el arte
y la belleza los objetos de la
investigación en la estética? Como cunado un hombre se acerca a un reloj y no
conoce su funcionamiento, así la estética como disciplina filosófica da sus
primeros pasos. ¿Qué definición es correcta para tal concepto? ¿Qué otros
conceptos van ligados a esta disciplina filosófica? Al igual que aquel reloj
que ese hombre inexperto desea conocer, así, a través de la historia, el hombre
ha intentado conocer lo bello de su vida, del mundo, de toda creación humana
que se ha producido, entre ellas la música.
A lo anterior se generan varias preguntas, algunas de
ellas son: ¿la estética tendrá alguna relación con el arte?, ¿el arte se
relaciona de alguna forma con la naturaleza?
Y, en el caso de la música, ¿es esta un arte?, ¿Qué la hace ser bella? Para
responder de manera clara estas preguntas, en un primer momento, se debe tener
una definición clara de estética,
Sin embargo, se han evidenciado múltiples definiciones
de estética a través del desarrollo de la historia. Esto concluye en una nueva
pregunta, que se debe responder antes de solucionar el problema principal: ¿Qué
debe entender por estética? Según Baumgarten, “atribuye a la estética la
comprensión y explicación del proceso cognitivo que tiene lugar a través de la
sensibilidad en su manifestación y forma característica: el gusto” (Ocampo, 2003, pág. 23) . Y para Kant, la
estética es un producto de la razón ilustrada y está ligada al destino de esta
razón. Lo anterior afirma el objeto de la estética, el cual es: “la
investigación del arte y la belleza” (Ocampo, 2003, pág. 24) .
No obstante, una definición tan general
como es la expuesta en el párrafo anterior acerca del objeto de la estética se
ve influenciado por el contexto socio-cultural. Se da un objeto basado en la
Ilustración europea para que abarque al mundo; sin considerar los aspectos
culturales e históricos que varían. Ejemplo de ello es que existen sociedades
distintas a la europea desde su concepto o entendimiento de estética; se desarrolla sin contar con
los conceptos y los términos de arte y belleza, o aquellas culturas que
desarrollan el arte sin contar con un concepto de belleza (Ocampo, 2003) .
Lo expuesto anteriormente, lleva a una
segunda pregunta: ¿es necesario que exista entre la belleza y el arte una
relación? Al partir de la definición de arte
que en un primer momento puede ser relacionada con la estética en cuanto la
primera se da por medio de una “función estética de desarrollo hasta construir
una tradición sólida” (Ocampo, 2003, pág. 25) .
Por otro lado, si se reduce el arte a sólo
manifestaciones sensibles, se podría caer en un error al afirmar, como lo hace
Formaggio: “arte es todo aquello a que los hombres llaman arte” (Ocampo,
2003, pág. 25) ,
al afirmar tal idea se presenta un proceso
de estetización de todo aquel fenómeno que no es concebido, desde un primer
momento, como arte.
Para
Platón, el arte puede relacionarse con el ascenso al bien a través de la belleza,
presentando un carácter propedéutico hacia el bien y la verdad. La
Belleza está relacionada con lo sensible,
que es el punto por el que el ser humano se abre al mundo en el primer contacto
con la doxa (opinión) (Ocampo, 2003) . En Aristóteles, el arte es la relación entre
la belleza del alma y la belleza de la polis; entendiendo como belleza el estímulo que permite la
conexión con la physis, ésta debe
gobernar tanto el alma como la polis.
Por lo tanto, algo bello es valioso en sí
mismo, independiente de su utilidad y que agrade. Presenta tres principios para
conocer lo bello: “taxis, relación
armoniosa entre las partes, symetria¸
proporción entre las partes; y to
horisménon, adecuación del conjunto a su magnitud” (Ocampo, 2003, pág. 27) . Tanto para Platón
como para Aristóteles, el arte es una actividad poyética cuyo fin es proyectar una obra que sea mymesis (representación) de algo, por
medio de la técnica.
Así, el arte, en estos dos autores,
muestra lo esencial, que puede extraerse de la multiplicidad de cosas
existentes, un ejemplo de ello es la tragedia,
la cual imita modelos morales, la mymesis
trágica da a conocer una textura ética del cosmos, entendiéndolo como orden
y verdad, la belleza se relaciona con la proporción y la simetría.
Teniendo en cuenta esta definición de arte
y de belleza, ¿cómo se podría relacionar la música con la estética? En primer
lugar, la música tiende a una representación (mymesis) de una experiencia
sensible y/o una mymesis trágica. Para ser comprendida dicha experiencia
sensible, debe ser organizada, tener una simetría y coherencia para que al ser
comprendida también pueda explicarse su proceso cognitivo y genere un gusto para el ser humano. La música es
un arte en el sentido de ser una mymesis de algo, que relacione la belleza del
alma y la belleza de la polis que se conecta con la physis, la Naturaleza.
Con respecto al orden y la coherencia, la
música posee cualidades que ayudan a la conformación de estas dos; dichas cualidades
son la melodía, la armonía y el ritmo, estas tres fusionadas correctamente,
llevando en sí un orden y una métrica correcta generan un gusto al ser
comprendida por el individuo que la escucha.
Ahora bien, todo arte es creado por el
hombre que desea expresar su comprensión del mundo y desea que los otros lo
entiendan y se relacionen con su creación, entendiendo por este concepto no
como algo que sal de la nada, sino como la construcción de algo nuevo que sale
de algo que ya existe. La música genera lo anterior al querer representar la
experiencia sensible del ser humana en un orden y una coherencia.
Referencias
Ocampo, E. (2003). El fenómeno estético. Estética de la
naturañeza, del arte y las artesanías. En R. Xirau, & D. Sobrevilla, Estética
- Enciclopedioa Iberoamericana de Filosofía (págs. 23 - 41). Madrid:
Consejo Superior de Investigaciones Científicas CSIC.
FAMILIARIDAD E INNOVACIÓN DE LA FILOSOFÍA DE HEGEL
Por: Andrés Ricardo Díaz Abril
Trabajos citados
Al hablar de Idealismo Alemán nos encontramos con un concepto
extremadamente amplio, que la mayoría de las personas que la distinguen suelen
reducirla a la filosofía o pensamiento expuesto por Hegel. Dicha corriente
filosófica la enriquecen varios autores. No obstante, ¿Qué es lo diferente en
el pensamiento o en el aporte que Hegel hace a la filosofía?
Cada filósofo que aparece o surge a través del tiempo, enriquece y
aporta a las características de la filosofía. Como en forma de introducción al
tema, se puede afirmar que Hegel basa su filosofía en los problemas concretos
con que se enfrentó en su tiempo. Como todos los filósofos idealistas de la
época, va a poner como base del conocimiento o de la ciencia al “yo”, o mejor,
al “ego”. No obstante, ¿cómo diferenciar el sistema que propone Hegel de los
demás idealistas?
Para tratar de darle una posible respuesta a este interrogante, en primer
lugar se debe dar una definición de lo que se entiende por idealismo,
especialmente por “idealismo alemán”, luego exponiendo los conceptos
transversales o que tienen en común estos filósofos, para llegar a exponer sus
diferencias y terminar con el desarrollo del sistema planteado por Hegel.
Así, a diferencia del realismo que expone la existencia de las cosas,
que son y tienen esencia (García Morente, 2005), el idealismo expone un
punto de vista exigente para las actitudes ingenuas del ser humano. La idea se
concibe como contenido de la mente; esta corriente filosófica pone en duda todo
lo que en el mundo se percibe, en donde el fundamento del conocimiento no está
en la cosa (objeto) sino en el sujeto, en este caso el “ego”, este es la
garantía de una filosofía del pensar.
El idealismo alemán se caracteriza por darse cuenta que para llegar al
conocimiento se necesita de la experiencia y la razón, aunque prevalece la
razón. Al mismo tiempo que surge como intento de superar el pensamiento crítico
Kantiano, sobre todo en la Crítica de la Razón Pura. Para el idealismo sólo
existe el sujeto, su actividad y el conocimiento que adquiere de sí mismo. El
sujeto determina la forma y el contenido del conocimiento: todo lo que es real,
es racional y al mismo tiempo cognoscible (BELAVAL, 2005).
Por lo tanto, es el idealismo absoluto la afirmación según la cual el
sujeto es fuente de sí mismo y del mundo; conoce la totalidad de lo real. Al
mismo tiempo, al absoluto de Schelling, Hegel lo sustituye con la realidad
fundamental, el espíritu o la idea; para este filósofo la realidad es la
realización de toda la historia humana, es decir,la razón se apropia de toda la
realidad, ya que aquella, la razón, se realiza en la historia. Cree que
la realidad es inteligible, que en un sentido se va manifestando en los
acontecimientos y que la historia humana progresa hacia un fin, ese fin
consiste en que el espíritu se realice libremente. Es de esto que surge el
“idealismo” de Hegel, que consiste en la fe en el espíritu.
Por otro lado, en desarrollo de esta corriente filosófica que es el
idealismo, se evidencian varios significados del mismo concepto que relaciona a
cada autor o que los diferencia. Este es el sujeto o el ego,
es el fundamento de todas las cosas: es la base o la estructura para construir
el conocimiento.
El Sujeto, en Descartes, es un yo pensante, es decir, si todo
conocimiento es básicamente la relación entre un sujeto y un objeto, y si para
conocer un objeto se necesita un sujeto capaz de conocerlo, es preciso partir
de la base de la existencia de un sujeto, Este ego tiene pensamientos o
contenidos y posee una certeza sobre ello, pero debe preguntarse si sus
contenidos son o no legítimos. Por lo tanto, el Sujeto es la estructura y/o
cimientos para construir el conocimiento. Esta idea hace que el sujeto sea una cosa
que piensa (res cogitans) y a partir de ahí se podrá conocer todo lo
demás; debe ser consciente de que existe un mundo extramental.
Más adelante, Kant define al Sujeto como un sujeto trascendental
o comunicacional, ello significa que le da forma a la realidad que quiere que
el mundo vea, en otras palabras: el Sujeto constituye la realidad, le da forma
y nos la entrega. Es el Sujeto trascendental de Kant quien pone las condiciones
de posibilidad para conocer lo que percibe del objeto. No obstante, para este
filósofo, el Sujeto no alcanza a conocer a la cosa en sí (noúmeno): lo
que no aparece dentro de la conciencia del Sujeto, sólo puede conocer lo que se
le presenta del objeto, de la cosa en sí por medio de sus sentidos, lo que Kant
llamará el Fenómeno. Dicha afirmación concluye que el conocimiento no
depende simple y solamente del Sujeto, sino tanto Sujeto y objeto se
correlacionan; existe una relación indisoluble entre el Sujeto y el fenómeno.
de lo anterior se encarga la filosofía. Pero, ¿Qué pasa con la cosa en sí
(el noúmeno)? De este se encarga la Metafísica: de lo que no se es posible
conocer por medio de la Razón pura.
Luego de exponer el Sujeto Pensante de Descartes y el Sujeto
Trascendental de Kant, se debe pasar al centro de este escrito: la
filosofía de Hegel: su familiaridad y su innovación frente a los anteriores
pensadores idealistas. Para ello se debe hablar de la definición del concepto
que es transversal en este escrito: del Sujeto. Para Hegel, este es un Sujeto
Histórico. Para entender esta afirmación de este filósofo es necesario
explicar su pensamiento.
El objetivo principal de Hegel es “contribuir a que la filosofía se
aproxime a la forma de la ciencia” (Hegel, G. W. F., 1971) , es decir, de ser la
filosofía el fundamento de las ciencias, Hegel pretende convertirla en la
ciencia misma. Para conseguir llegar a dicho objetivo se necesita de un Sujeto que trascienda la individualidad
y sea capaz de adquirir el conocimiento universal, esto sólo se logra gracias
al cambio histórico, sólo de esa forma se es capaz de llegar a alcanzar la RAZÓN, el todo. Es a través de la
historia humana se va haciendo la verdad, ya que esta no está dada, depende de
una época y no de un individuo. Por lo tanto Hegel concibe la Verdad como
dándose en la historia, necesita de la historia para que sea posible.
Es por eso que surge una conciencia
de la época, los cambios en la historia son diacrónicos, deben encajar y
por lo tanto al expresarse la verdad se expresa el movimiento de la libertad.
Dicho movimiento es una Dialéctica
definida como progreso histórico: La
historia es un desarrollo permanente,
y este es un desarrollo dialéctico que se da por medio de afirmaciones,
negaciones y superaciones de las negaciones para llegar a una CONCILIACIÓN (BELAVAL, 2005) .
Gracias a lo expuesto en el párrafo anterior, se puede concebir a la historia como el desarrollo autoconsciente de Espíritu Absoluto representado por el
sujeto, en la medida que se va dando forma a través de la historia. El Espíritu Absoluto se hace presente
gracias al hombre que se encuentra haciendo su historia, logrando que la RAZÓN se apropie de toda la realidad,
porque la realidad es la realización de la historia humana, o sea, el hombre
(Sujeto) es lo que hace (la Historia) y con ésta desea encontrar su libertad
(la del Sujeto) y el de su pensamiento.
Esto se puede resumir en lo que Hegel afirma: “Todo lo real es racional,
y todo lo racional es real” (HEGEL, 1993, pág. 54) . Toda la realidad es
la expresión de la razón que se desarrolla, que se constituye a lo largo de esa
realidad. La razón se realiza en la historia; la razón es real, no es
subjetividad, es historia y ésta es racional.
Para terminar, Hegel hace que la filosofía ya no sea un sistema de
esencias y de verdades eternas, sino que la convierte también en la historia
comprendida, pone como etapa final de la filosofía la verdad. Se encuentra en
la unión del movimiento lógico de las esencias y del devenir histórico. Por
estos dos caminos la idea y el espíritu se han realizado en su verdad.
Trabajos citados
BELAVAL, Y. (2005). Historia de la Filosofía siglo XXI
N. 07: "la filosofía alemana de Leibniz a Hegel". México D. F. :
Siglo XXI Editores.
García Morente, M.
(2005). Lecciones preliminares de Dilosofía. Bogotá D. C. : Ediciones
Universales.
HEGEL, G. (1993). Filosofía
del Derecho. Buenos Aires: Claridad.
Hegel, G. W. F. (1971). Fenomenología
del Espíoritu. México D, F,: Fondo de Cultura Económica.
LA FILOSOFÍA COMO HERRAMIENTA DEL HOMBRE PARA LLEGAR A LA VERDAD
Por: Andrés Ricardo Díaz Abril
“Todos los hombres tienen, por naturaleza, el
deseo de saber” (Aristóteles, 1985, pág. 27) . Es de esta manera
como Aristóteles empieza su escrito. Si el hombre desea saber, necesita de un
método para lograrlo, pero ese método necesita ser parte de una ciencia, una
ciencia que permaneció, permanece y permanecerá hasta que el hombre pierda el
deseo de saber. Dicha ciencia es la filosofía, ciencia de la verdad; si el
hombre tiene el deseo de saber, es porque desea llegar a la verdad.
Así,
el ser humano, a diferencia de los demás animales, posee la razón, esta lo
impulsa a querer conocer el porqué de las cosas; y el primer paso para conocer
es por medio de la experiencia y ésta, a la vez, es dada gracias a la memoria. Es
por la experiencia que la ciencia y al arte llegan al hombre (Aristóteles, 1985, pág. 27) , “la experiencia es
el conocimiento de las cosas individuales, y el arte, de las cosas generales” (Aristóteles,
1985, pág. 28) .
Con lo
anterior, se debe conocer y tomar en cuenta lo general como lo particular, la
teoría y la práctica, la materia y la forma, algo que en Platón no se podía concebir.
Sin embargo, ninguna de las acciones sensibles constituye el verdadero saber.
La filosofía, en cambio, es “el estudio de las primeras causas y los principios
de los seres” (Aristóteles, 1985, pág. 29 ) , estudia el origen y el sentido del ser.
La
filosofía es poseedora de la totalidad del saber pero sin tener la ciencia de
cada objeto; llega conocer las cosas arduas y todas aquellas a las cuales no se
llegan sin grandes dificultades (Aristóteles, 1985, págs. 30 - 31) . La filosofía tiene
su propio fin, el cual es el saber; la filosofía es la ciencia del conocimiento
por excelencia, que está construido por los principios y las causas.
Por
eso, La filosofía conoce el fin de todas las cosas, el cual es el bien soberano
en el conjunto de la naturaleza. Es así, que se llega a una primera definición
de filosofía: “es la ciencia teórica de los primeros principios y de las
primeras causas. Pues el fin es una de esas causas, tiene su propio fin, es una
ciencia libre” (Aristóteles, 1985, pág. 32) .
Al ser
una ciencia libre, la filosofía busca la verdad, verdad que es fácil en un
sentido y difícil en el otro. Nadie puede alcanzar completamente la verdad, ni
estar falto de ella de manera absoluta. Es la filosofía la ciencia de la
verdad, ella utiliza la especulación, cuyo fin es llegar a la verdad. (Aristóteles, 1985, pág. 64) , la verdad es la
causa de todo y lo causado es verdad por excelencia.
Si la
filosofía es la ciencia de la verdad, y la verdad es la causa de todo, la
filosofía, o filosofía primera (más adelante llamada metafísica) es la ciencia
del ser en cuanto ser; ciencia de la sustancia, de la unidad y de la
pluralidad. Es por eso que Aristóteles afirma que: “el ser se entiende de
muchas maneras” (Aristóteles, 1985, pág. 95) , pero siempre se
refiere a un mismo término, a una misma naturaleza. Al conocer al ser se es
capaz de establecer los principios más ciertos de todas las cosas.
A
pesar de todo eso, surge una gran duda, la cuales: ¿en la actualidad el hombre
posee, por naturaleza, el deseo de saber? Por un lado, el ser humano no desea
conocer lo trascendental de su ser. Vivimos en una época en donde no es
importante saber, especular, no es importante la esencia de las cosas. Sin
embargo, por otro lado, cada hombre posee una esperanza que lo lleva a moverse
y seguir en este mundo para llegar a su finalidad, a conocer su esencia, su ser,
conocer su identidad y ser lo que es.
Es
así, para terminar, el hombre deseaba, desea y siempre va a desear el saber,
por naturaleza, el hombre quiere llegar a la verdad, y la ciencia de la verdad
es la filosofía, la ciencia del ser en cuanto ser, la ciencia de los principios
y las causas de las cosas. El ser humano busca el sentido y su fin y solamente
la filosofía le da el verdadero sentido a la vida.
Bibliografía
Aristóteles. (1985). Metafísica. (R. Blánquez
Augier, & J. F. Torres Samsó, Trads.) Mdrid: SARPE S. A.
Guthrie, W. K. (2005). Dos
filósofos griegos. México D. F.: Fondo de Cultura Económica.
Reale, G. (2005). GUÍA
DE LECTURA DE LA "METAFÍSICA" DE ARISTÓTELES. Barcelona:
Herder.
EL SIGNIFICADO DE LA MUERTE Y LA MISIÓN DEL FILÓSOFO EN PLATÓN
En el Fedón o del alma se trabaja acerca del tema de la muerte, una muerte cuya primera definición es la separación del alma y del cuerpo, pero va a ir más allá de esta definición tan general. Se puede notar que el concepto que Platón posee de la muerte es un concepto bueno, algo que para la mayoría de los hombres no lo es.
Pero, ¿en qué consiste ese buen y bello
significado de la muerte que Platón manifiesta? Consiste en “trabajar toda la
vida en adquirir la virtud y la sabiduría, porque el precio es magnífico y la
esperanza grande” (Platón, 1998, pág. 429) . Al cumplir esta
meta, estar muerto será el mejor premio y la esperanza es reunirse con hombres
justos.
Sin embargo, ¿Cómo llega Platón a dicha
definición? Pues para llegar a esta conclusión es necesario, primero que todo,
despejar algunas dudas, las cuales son:
1.
¿Cómo es que no se permite atentar contra la propia vida, pero sí el filósofo
debe seguir a cualquiera que muera?
En primer lugar, el vivir es para todos los hombres una necesidad absoluta e
invariable. Sócrates plantea un ejemplo para explicar su postura (Platón,
1998, pág. 390)
cuya conclusión es “los dioses tienen cuidado de nosotros y los hombres
pertenecen a los dioses. Por ende Dios debe enviarnos una orden para morir” (Platón, 1998, pág. 390) .
2.
¿Por qué razón los filósofos trabajan toda su vida para prepararse para la
muerte? Hay que partir
del punto de que, como ya se dijo antes, la muerte es algo y ese algo es la
separación del alma del cuerpo; y el filósofo debe tener cuidado con el alma y
no con el cuerpo y por ende, lo que más quiere en esta vida “es alejarse de los
placeres del cuerpo” (Platón, 1998, pág. 392) ,. Por eso, lo propio
del filósofo es desprender su alma del comercio del cuerpo.
Es de esta forma como se llega a la idea
de que el alma debe tener todo el cuidado necesario del sabio, pero ¿qué busca
el alma? El alma busca la verdad y es capaz de encontrarla cuando no se deja
engañar del cuerpo; el cuerpo la engaña por medio de los sentidos y la conduce
hacia el error. Para que el alma descubra la verdad necesita de la razón, y la
mejor forma de razonar es cuando no se utilizan los sentidos. Es por eso que
cuando se habla de la justicia, lo bello y/o lo bueno no se ve nunca.
Así, sólo por la razón, que tranquiliza
el alma. Se conoce la esencia de las cosas. Mas ¿por qué hay que tranquilizar
el alma? Se conocen los objetos cuando se dejan a un lado los sentidos, que
pertenecen al cuerpo, que lo único que hace es turbar el alma e impide que
encuentre la verdad. Mientras el alma esté sujetada a la corrupción del cuerpo,
el filósofo no podrá alcanzar su mayor dese, el cual es la verdad.
Empero, ¿por qué el cuerpo no nos lleva
a la sabiduría? El cuerpo posee unas necesidades y unas pasiones que hacen que
surjan las guerras, las seducciones y los combates (Platón, 1998) . Esto hace que no se pueda filosofar,
es por eso que si se quiere saber verdaderamente alguna cosa, es preciso que el
alma abandone el cuerpo y que ella, por sí sola, examine los objetos que quiere
conocer. Por consiguiente, hasta que el alma sea libre de esta carga, que es el
cuerpo, no se llegará a la verdad.
No obstante, ¿en qué consiste la verdad?
Consiste en “conocer… la esencia pura de las cosas, y para alcanzar esa pureza
se debe ser puro” (Platón, 1998, pág. 401) . Es en esto, lo
expuesto anteriormente, que consiste el significado de la muerte y la misión
del filósofo.
Entonces, el verdadero filósofo es aquel
que sabe y confía que la sabiduría pura se encuentra después de morir (cuando
se separe el alma del cuerpo).el filósofo ama su alma, y al amarla adquiere la
virtud de la templanza, la cual consiste en no ser esclavo de sus deseos, sino
en hacerse superior a ellos y en vivir con moderación (Platón, 1998) . Pero, la virtud no es verdadera sino
con la sabiduría.
Dicha afirmación trae como consecuencia
que la verdadera virtud es la purificación de todas las pasiones.
Lastimosamente aunque el sabio comparta esto, la gente no lo escucha ni lo
entiende.
Para terminar, la concepción de muerte,
unida con la sabiduría, el conocimiento, la purificación del alma y la virtud,
le brinda una esperanza al hombre común, que piensa que al morir el cuerpo, el
alma desaparece. Sin embargo, existen ciertos puntos de dicha teoría que deben
ser explicados con argumentos sólidos. La vida y la muerte son contrarios, pero
una nace de la otra y posee una operación intermedia que hace posible el paso
de una a la otra: “al nacer se muere y al morir se vive, los vivos nacen de los
muertos y los muertos de los vivos” (Platón, 1998) , es decir, revivir.
Por ende, “las almas de los muertos
existen en alguna parte de donde vuelven a la vida” (Platón, 1998, pág. 418) . Al afirmar esto,
cabe la posibilidad de que el conocimiento sea una reminiscencia[1],
hemos aprendido de otro tiempo y las hemos recordado, por eso nuestra alma es
inmortal.
En fin, se debe recurrir a la razón para
buscar en ella la verdad de todas las cosas. El objeto es bello por la
presencia o comunicación con la belleza primitiva. Es de esta manera que se
afirma que las cosas bellas son bellas a causa de la presencia de lo bello. Por
eso, el alma hace que el cuerpo esté vivo, el alma lleva consigo la vida, lo
contrario a la vida es la muerte y el alma es inmortal. Cuando la muerte llega
al hombre, lo que hay en él de mortal (el cuerpo) muere; y lo que hay de
inmortal (alma) en él se retira, cediéndole su puesto a la muerte (Reale &
Antíceri, 2008) .
Es por eso que se termina con la frase
que se empezó este escrito: “se debe trabajar toda la vida en adquirir la
virtud y la sabiduría, porque el precio es magnífico y la esperanza grande” (Platón, 1998, pág. 429) .
Por: Andrés Ricardo Díaz Abril
Lic. en Filosofía e Historia
U. G. C.
Bibliografía
Grondin, J. (2004). Introducción a la Metafísica
(cuarta ed.). Barcelona: Herder.
Platón. (1998). Dialogos:
Fedón o del Alma. México D. F.: Porrúa.
Reale, G., &
Antíceri, D. (2008). Historia de la Filosofía Tomo I. Bogotá D. C.:
Paulinas - UPN.
[1]
En el diálogo "Fedón", y con
ocasión del estudio de la virtud, Platón presenta la teoría de la
reminiscencia ―o anamnesia―. Esta teoría
se resume en la idea de que conocer
es recordar. Seguramente Platón no defendía este punto de vista respecto
de los conocimientos particulares como los relativos a hechos concretos (por
ejemplo, el conocimiento perceptivo del tipo "mi mesa es negra")
sino respecto de los conocimientos estrictos dotados de universalidad y
necesidad, conocimientos como los matemáticos y los que pueda descubrir la
dialéctica.
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