Sí, es necesario
demostrar su existencia. A pesar de que hay muchas personas en el mundo a las
cuales no les cambiaría en nada su vida con saber si Él existe o no, nosotros
defendemos la postura contraria. Para demostrarlo, vamos a enfocarnos en el
ámbito metafísico, sobretodo, en las cinco vías de la existencia de Dios y, por
último, daremos algunas conclusiones a las cuales hemos llegado después de lo
expuesto en este ensayo.Desde el comienzo del
mundo se ha querido encontrar una solución a ese gran interrogante acerca del
origen del mundo y del mismo hombre. Esta necesidad de respuesta llevó a que el
hombre comenzara a preguntarse por sí mismo, buscando soluciones en el mito, en
los libros sagrados, sin embargo, no se ha logrado satisfacer esta sed de
conocimiento de sus orígenes. Vemos que en este primer acercamiento para dar
con éllo nos dimos cuenta que la creación fue hecha por Dios o los dioses como
se creía en aquél momento, a pesar de ello estos mitos o creencias –a través
del tiempo- han carecido de argumentos válidos a los ojos de la humanidad y el
hombre, dándole mucha importancia a su capacidad racional, se ha valido de
investigaciones de diverso tipo como matemático, científico y filosófico; de
todos modos, al final de estas investigaciones siguen surgiendo dudas y no se
llega a una verdad absoluta acerca de los interrogantes más importantes para la
vida de las personas.Hemos visto que en esta
búsqueda del origen del universo y del hombre no se ha llegado a una respuesta
convincente ya que las investigaciones se han quedado en causas inmediatas, es
decir, físicas; un ejemplo de esto son los presocráticos, quienes buscaban el principio
en el fuego, el aire, el agua, la tierra, etc., pero, al no trascender más allá
de lo que los sentidos nos permiten percibir, no encontramos la causa primera
de todo, que es a lo que nos permite llegar la reflexión metafísica, un ejemplo
de esta reflexión es Aristóteles quien con su motor inmóvil fue más allá de los
físico e intentó dar una respuesta más racional. Más adelante en la historia,
otros filósofos como San Anselmo y Santo Tomás nos presentan -de manera clara-
algunas pruebas que nos permiten dar con la existencia de un ser supremo,
creador del universo y del hombre. Nos referimos a Santo Tomás quien, dándose
cuenta de que la existencia de Dios no es evidente de por sí y que es necesario
demostrarla, expone cinco vías para ello, de las cuales podemos concluir que
hay una dependencia del universo y cuanto contiene con un ser superior que
crea, organiza y es modelo para los seres que existen en el mundo. En la
filosofía moderna encontramos a Descartes, el cual define al hombre como un ser
imperfecto y finito, pero si él tiene el concepto de finitud es porque también
conoce el concepto de infinitud y, obviamente, el de perfección; entonces, esa
idea de infinitud ha sido puesta por una naturaleza más perfecta que el hombre,
esto es de un ser infinito y perfecto; luego, Dios existe. Según esta teoría de
Descartes, si Dios es perfecto, es bondadoso y veraz, no nos puede engañar y se
convierte en la seguridad de las ideas que produce mi pensamiento, esto quiere
decir que Dios nos permite salir del subjetivismo en el que estamos y nos da
una mirada objetiva en lo que pensamos y en lo que vemos.
En estos últimos meses del año hemos escuchado mucho acerca de Stephen Hawking,
físico teórico británico, quien ha afirmado que la creación no necesitó de Dios
para ser lo que es. Por todo esto, vemos necesario demostrar la importancia de
Dios.Por lo que hemos visto
anteriormente, daremos algunos argumentos sobre esta necesidad de demostrar la
existencia de un ser superior al humano:Como hemos leído en los
párrafos inmediatamente anteriores, siempre se ha necesitado de algo o alguien
que haya impulsado el origen o que haya iniciado el movimiento de la generación
del universo, ya sea un motor inmóvil, el arjé, el Logos o, simplemente, Dios.Otra razón es que Dios
es la base de todo conocimiento humano; un ejemplo de ello es que un ateo niega
la existencia de Dios, mientras que un satánico está en contra de Dios y, para
un creyente, su Dios es el creador y dador de todo.Llámese como se llame
el ser superior, siempre se le atribuye a alguien el orden cósmico y las leyes
armónicas de la naturaleza pues ninguna persona por más racional que sea podrá,
en algún momento, crear algo tan perfecto y organizado.Nosotros creemos que,
en la sociedad actual en que vivimos, tan llena de guerras, miseria, violencia,
desigualdad y con una carencia de sentido, es necesario demostrar que Dios
existe porque el hombre de hoy dice que si Dios existiera no habrían todos
estos problemas que hemos nombrado anteriormente, es decir, hay una necesidad
de más respuestas y una sed de algo superior que nos pueda liberar de todas
estas circunstancias que vivimos. No es extraño ni ajeno a nadie que los
hombres vivimos en un sinsentido constante que no nos permite avanzar en la
consecución de un bien, es más, el ser humano –como se ha visto desde la
antigüedad- siempre ha buscado respuestas y dentro de esas respuestas busca un
fin, un horizonte, algo hacia dónde ir, y estamos seguros que ese fin y esa
meta no está en la tierra porque aquí llega el momento en que todo termina.
Pero el hombre de hoy se niega a reconocer esto pues se están buscando más
pruebas sensibles y, simplemente, si no lo veo, no existe, por eso esta
búsqueda se orienta por otros caminos que no llevan a ningún lado. Por cualquier
parte por donde se quiera encontrar respuestas existenciales del ser humano, se
llegará a algo trascendental, a algo que está más allá de nuestros sentidos, de
nuestro mundo y de nuestra propia vida; por lo tanto, el hombre, a través de la
experiencia y la razón, nunca podrá alcanzarlo.Finalmente, vemos la
necesidad de demostrar la existencia de Dios como ese ser que lo trasciende
todo y que es el único capaz de lograr tanta perfección que se nos aparece,
porque es el único que logra darle sentido a nuestra vida, en medio de tantas
inquietudes que surgen en el mundo.
Por: Andrés
Ricardo Díaz – Yohan Pachón –Daniel Almanza - Robinson Ortiz
Seminario Mayor de San José - Bogotá - 2010
PREGUNTAS
· Si
ni la razón ni la experiencia alcanzan el conocimiento de Dios, ¿qué lo
alcanza?
· Realmente,
¿es posible pensar en una persona que no necesite de Dios?
· Para
el hombre de hoy, ¿tiene alguna importancia lo trascendental?
GAJATE MONTES, José. La filosofía en síntesis. Ed. El Buho. 2006.
Pp. 51 (El método en Descartes: Dios)